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Sintiendo y Pensando en Fe
Solemnidad de la Epifanía del Señor
3 de enero, 2021
Sindy Collazo

Se trata de un Dios enamorado. ¡Este es el camino!

La palabra Epifanía significa una súbita realización o manifestación de una gran verdad.

Y hoy nos preguntamos:

¿Qué verdades hemos descubierto en este año? ¿Cómo estas verdades se nos han sido reveladas en nuestra vida diaria, en nuestras prioridades y planes, y en nuestras relaciones personales? ¿Cómo nuestra vida cobró un sentido diferente este año? En otras palabras: ¿Cuáles han sido nuestras Epifanías?

En la Fiesta de la Epifanía, la verdad revelada fue descubrir a Cristo.

Más para cada uno de nosotros sigue siendo una experiencia diferente.

En las lecturas tenemos a los Reyes Magos y su experiencia con dicha búsqueda. Y nosotros a través de ella somos invitados a seguir nuestra propia ruta a la Epifanía del Señor.

¡Dichosos son los sensibles; los despiertos a las señales y manifestaciones del Señor en sus vidas y aún más aquellos que se dejan guiar por ellas!

La fiesta de la Epifanía, o como crecí llamándola  La Fiesta de los Tres Santos Reyes” siempre ha estado bien cercana a mi corazón. Como niña, esperaba con ansias su llegada y sus regalos. Como creyente, esta fiesta le añade universalidad al evento del nacimiento y a la salvación misma. 

Hemos utilizado lenguaje como:  de tierras lejanas”,  de oriente”, para dejarnos saber que la salvación es para todos nosotros, no importando en que parte o rincón de este mundo hayamos nacido o en que cultura nos hayamos criado. Todos podemos descubrir a Cristo y seguirlo. También le añade un sentido de inclusividad. La salvación es para todos, no importando cómo somos, cómo estamos, cómo nos sentimos. Si estos elementos de nuestra realidad nos hacen sentir “de tierras lejanas”, hoy estamos invitados a encontrar un camino para reconectar y hacer sentido de nuestras vidas.

Estamos invitados a conectar con la realidad de que la creación entera; la obra del creador nos atrae a Dios mismo y conspira para nuestra salvación.

Y conspira, mandándoles constantemente señales, tratando de llamar nuestra atención.

En la Epifanía, los magos de oriente se dejan llevar por las estrellas en el cielo. Y hubo una que les llamó la atención. Este año tuvimos un evento similar cuando Júpiter y Saturno se alinearon y debo admitir, las fotos que algunas personas tomaron se ven bien “Belenezcas”.

¿Que importa si en vez de ser una estrella, son dos planetas en alineación? Lo importante es que alguien prestó atención; lo importante es que algo que estudiaban y amaban, les dio una señal. Les indicó que algo especial estaba ocurriendo.

Y esto ocurrió haciendo lo que siempre hacían, siguiendo su pasión. Cuando se observa y se ama algo lo suficiente, se descubren los sutiles cambios, nos volvemos sensibles a las señales. Nos pasa con eventos, con cosas y hasta con personas.

Ellos nos inspiran a descubrir cómo Dios nos habla y se comunica con nosotros a través de lo que nos apasiona, estudiamos, trabajamos y amamos.  Todo lo que amamos y nos apasiona es parte de la obra de Dios. Y Dios usa su propia creación para comunicarse y para conectar con nosotros. Todo en la creación tiene su propósito y nos habla verdad de quien Dios es.

Todos tenemos puntos de partida diferentes, he ahí la variedad. Quizás para algunos es el arte y la música; para otros la medicina o la ciencia; para otros la psicología o la sociología; para otros puede ser política o gobierno, o quizás el deporte y la actividad física. Cualquiera de estas rutas y muchas más nos pueden llevar a la súbita realización de nuestras propias Epifanías; encuentros con Dios.

Este año de seguro nos ha hablado a todos, es imposible no prestar atención a lo que está pasando. A todos nos toca, a todos nos afecta. Más para cada uno de nosotros sigue siendo una experiencia diferente. Solo basta escuchar a otros creyentes, para reconocer cuán variada pueden ser las Epifanías de cada persona.

Algunos tienen un encuentro cercano con Dios a través de la crianza de sus hijos. Otros tienen un encuentro con Dios a través de su lucha contra una enfermedad. Otros, a través de dificultades de la vida. Y a través de todo esto, descubren coincidencias divinas en su vida diaria que les recuerdan que Dios está allí con ellos.

En medio de todo esto hay una hermosa constante. Y es que al igual que los magos de oriente, nosotros también seguimos signos y señales.  Todos tenemos momentos de Epifanía.

Cada vez que escucho a alguien hablar de sus experiencias de fe, siempre mencionan señales.  Una persona o un evento que les inspiró dejarse guiar, y al dejarse guiar, encontrar lo que andaban buscando: un encuentro con Dios en sus vidas.

Así mismo, los magos encontraron el pesebre y en el a Jesús niño en brazos de María, con la certeza de que habían encontrado lo que andaban buscando.

Prestemos atención, y amemos apasionadamente nuestras vidas, pues precisamente por medio de ellas descubriremos nuestra propia ruta a la Epifanía de Señor.

Dios les Bendiga y Seamos Santos.



Arte de Martin Erspamer, OSB
de Religious Clip Art for the Liturgical Year (A, B, and C)
["Clip Art" religioso para el año litúrgico (A, B y C)]. Usado con permiso de Liturgy Training Publications. Este arte puede ser reproducido sólo por las parroquias que compren la colección en libro o en forma de CD-ROM. Para más información puede ir a: http://www.ltp.org