¡Cuántas veces sentimos la tentación de tener el poder de hacer milagrosamente lo que queremos! ¡Cuántas veces sentimos la tentación de probar a Dios exigiéndole lo imposible.
Son tres tentaciones y tres respuestas consideradas y humildes. Jesús sabía discernir la voz de su Abba entre las insensateces del diablo, y no quiso abandonar al gran amor de su vida, Dios.
La tierra del Medio Oriente es un lugar sagrado, el sitio en donde los sumerios descubrieron la rueda y los babilonios inventaron a los abogados; allí los pueblos aprendieron del don de la libertad y la organización, haciéndonos los hijos de Dios.